Alla Nazimova

 

La actriz más grande del mundo

 


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1ª parte



Alla Nazimova, cuyo verdadero nombre era Mariam Edez Adelaida Leventon, nació en Yalta, en la región de Crimea (actualmente Ucrania) el 4 de junio de 1879, en el seno de una familia judía formada por el matrimonio entre Yakov Leventon y Sonya Horowitz, que tuvieron tres hijos.

De pequeña la llamaban Adel para abreviar, pero a su madre le gustaba más "Alla" y se quedó con ese apodo. El apellido artístico Nazimova proviene de un personaje de la novela rusa Los niños de las calles.

La familia de Alla era un completo desastre, con una madre muy joven y de pocas luces, y un padre brutal que les maltrataba a todos. Su infancia transcurrió en un ambiente de violencia y perturbación. Siendo aun muy pequeña, se trasladaron a vivir a Suiza. Allí sus padres se divorciarían poco después.

Alla fue entregada a una familia suiza con la que vivió años, y fue en esa época cuando empezó a mostrar sus inquietudes artísticas, especialmente en la música. Con siete años empezó a tomar lecciones de violín. De esta época también señalaría Alla que uno de sus hermanos adoptivos la violaba sistemáticamente.

Entretanto su padre volvió a casarse, y se la llevó de vuelta a Rusia, donde volvieron sus desdichas al encontrarse con una madrastra que la maltrataba por su aspecto masculino y poco agraciado. Su padre deseaba que siguiera estudiando música, y por eso tomaba clases de violín y piano en el Conservatorio Imperial.

En 1889 fue elegida por su tutor para actuar en un concierto navideño. A pesar de que lo hizo bien, cuando Alla manifestó su alegría por la buena acogida, su padre la golpeó. Este hecho la marcaría posteriormente, provocándole depresiones y pánico después de cada actuación.

A los 15 años ingresó en un internado de Odessa, donde sus compañeros se burlaban de ella llamándola "barril", "oso" y apodos similares.

Luego se alojó con una mujer cuyas hijas actuaban en el teatro local, y Alla se aficionó a ir con ellas para ayudarles con los trajes y el maquillaje. Así empezó a interesarse por el mundo del teatro.

Ella quería prepararse para ser actriz, pero su padre no la dejaba. Tras enfermar su padre, que moriría de sifilis, su hermano pasó a ser su tutor legal, pero también se negaba a que Alla estudiara interpretación.



Alla Nazimova



Finalmente con 17 años hizo una prueba en la Escuela Filarmónica de Moscú, considerada la mejor de Rusia, donde fue admitida. Allí estudio cuatro años con Nemirovitch-Danchenko, interpretando a Chéjov, Tolstoi y Shakespeare.

Luego el gran maestro Konstantin Stavnislasky, cuyo método revolucionaría las artes escénicas, la tomó como pupila en el recién creado Teatro del Arte de Moscú. Por cierto que en lo físico, Alla se había convertido en una joven estilizada y bastante atractiva.

Sólo necesitaba alzar su cimbreante y reptiliano cuello como un elegante áspid o una majestuosa cobra para embrujar al público, rematándolas con un arabesco cervical aprendido en los ballets rusos, que le permitía besar el suelo desde la espalda, bajando la cabeza lenta e hipnóticamente hasta conseguirlo.

La adolescente Alla, que unas noches ejercía la prostitución en las calles de Moscú para sobrevivir y otras actuaba en el teatro, se dio cuenta que había otros mundos, como por ejemplo en una fría tarde moscovita en que vio a varias mujeres lanzar octavillas en fábricas y talleres, con consignas tan revolucionarias para la época como "la mujer y el sufragio universal: conseguir que la mujer tenga los mismos derechos que el hombre". Asistió tímidamente a varios mítines de mujeres que años después serían legendarias feministas y socialistas, como Minna Gorbunova, Ines Armand, Nadia Krúpskaya, o Emma Goldman, brillante periodista y anarquista de vanguardia, con la que intimaría años después en Nueva York.

Rusia estaba cambiando. Por ejemplo, mientras la prensa inglesa se mostraba en su mayoría hostil hacia Oscar Wilde, durante su juicio y posterior condena en 1895, la mayoría de los escritores rusos veían en este juicio la persecución de un hombre genial por parte de las hipócritas autoridades británicas.

Como asegura Karlinsky, tras la revolución de 1905 desapareció la censura, adelantándose Rusia varios lustros a la República de Weimar en cuestión de libertades sexuales, y varias décadas respecto al resto de países occidentales. Así, autores como Mijail Kuzmín, Viacheslav Ivánov, Lidia Zinóvieva-Annibal o Marina Tsvietáieva escribían obras de temática homosexual sin excesivos problemas.

Alla abandonó el Teatro del Arte y entró a trabajar en el repertorio regional, donde se casó con un estudiante llamado Sergei Golovin, pero en realidad fue sólo un matrimonio de apariencia para ocultar su apellido judío. Poco después volvió al Teatro del Arte y estudió dirección de escena.

Un año más tarde volvió a abandonar el Teatro debido a su decepción con Stanislavsky, que se había hecho más conservador, y se incorporó a una compañía donde conoció a su nuevo amor, Pavel Orlenev, amigo íntimo de Chéjov y de Gorky.

En 1904 la compañía de teatro inició una gira por Europa, y allí empezó a forjarse la fama de Alla como actriz, sobre todo a raíz de su interpretación en Londres de El pueblo elegido. Nazimova sedujo a la "créme de la créme" del teatro británico. Se estaba convirtiendo en un mito de grandeza actoral, de aureola fantasmagórica, revestida de noche y de humo, se la veía en todas las partes y no estaba en ninguna, como una diosa pagana.



Alla Nazimova, The Marionettes (1911)

Alla Nazimova en la obra teatral The Marionettes (1911)



Fascinadas por la beldad eslava, un grupo de actrices británicas hicieron una función benéfica para pagar el viaje de todo el grupo a Estados Unidos. Allí les esperaba Emma Smith, seudónimo tras el que se ocultaba Emma Goldman, anarquista y rusojudía como Nazimova, que haría labores de traductora y manager de la compañía, alojándoles en tiendas de campaña en un campamento alquilado y reconstruyendo un establo lleno de ratas, cercano al Bowery, para convertirlo en un teatro. Emma estaba entusiasmada y puesto que tenía grandes contactos en los periódicos neoyorquinos, convenció a muchos periodistas para que se dejaran caer en ese infierno. Gracias a eso consiguieron convertir a Alla Nazimova en una actriz famosa.

La muchedumbre americana le desagradaba; su cruel incultura, solo podía ser comparada a su idiotez; era una multitud envasada al vacío; carecía de aquella espontaneidad desconcertante de la población moscovita o de aquel colorido que daba a las fiestas de Crimea un esplendor tornasolado.

Nazimova supo enseguida que los EEUU eran un país muy hipócrita, donde constantemente se hablaba de libertad para ocultar que esa libertad no existía en absoluto. Pronto supo que su sexualidad sería allí una síntesis de peste y vampisismo; no necesitaba un armario, sino un féretro que no fuera hallado por los guardianes de la moral.

Emma Goldman los llevó de gira por Boston y por Chicago, presentando a Alla a las feministas de mayor renombre, radicales y con dinero, que hicieran causa común con la más insólita y genial de las actrices conocidas hasta entonces. Interpretaba a los personajes femeninos más famosos de la escena: cualquiera de las hermanas, de Chéjov; Nora o Hedda Gabler, de Ibsen; Lady Macbeth o Cleopatra, de Shakespeare, etc. El número de amistades feministas influyentes fue aumentando, desde sopranos a editorialistas, dos primas de Theodore Roosvelt, periodistas, actrices, empresarias, etc.



Alla Nazimova



A principios de 1907 y en el Princess Theatre, dio vida a la Nora de Casa de muñecas de Ibsen, denso y profundo drama en el que la protagonista femenina rompe los convencionalismos de la época, enfrentándose a un matrimonio que es la antesala de la cárcel, y partiendo hacia una nueva vida en la que la libertad es la primordial conquista de la mujer. El teatro se vino abajo entre atronadores aplausos y estruendosos vítores a una forma nueva de interpretar. La sombra de Stanislavsky era embrujadoramente alargada.

Sus interpretaciones eran alabadas por todos los críticos del país, y sus camerinos se inundaban con toda la gama floral, desde orquídeas hasta violetas (la contraseña sáfica por excelencia), pasando por lirios ycamelias. Sus admiradores eran tanto hombres como mujeres.....

Nazimova interpretó toda la obra de Ibsen y de Chéjov, alternándola con una comedia trepidante titulada Bella Donna, que fue un gran éxito de crítica y público, y en la que interpretaba a una parodia de Nora (de Casa de muñecas), solo que en lugar de romper su matrimonio para liberarse, decide envenenar al marido.....

Las mujeres de vanguardia adoraban el serpenteante chic de Alla, a la que acosaban y ella las recibía divina y promiscuamente, deprimiendo a Emma Goldman que, aunque libertaria, era muy posesiva.....



Alla Nazimova, Madame Peacok (1920)

Alla Nazimova en Madame Peacok (1920)



Alla Nazimova, Stronger Than Death (1920)

Alla Nazimova en Stronger Than Death (1920)



Esta primera época esplendorosa comenzó a enturbiarse tras la Primera Guerra Mundial. No florecía el feminismo liberador, sino todo lo contrario, florecían por doquier mujeres machistas que hacían guardia contra el vicio y la depravación, encabezando Ligas de Decencia, Ligas Anti-Alcohólicas, Ligas de Escándalo Público, etc. Esto afectaba especialmente a gays y lesbianas, por lo que muchos decidieron protegerse con los llamados "matrimonios blancos", en ocasiones formados por un gay y una lesbiana.

Por esa época viajó de costa a costa, haciendo apología del pacifismo con un drama llamado Esposas de guerra (War Brides). Entretanto su país Rusia, que estaba envuelto en una vorágine revolucionaria y de guerra civil, aprobaba las primeras leyes de objeción de conciencia, mientras la feminista y dirigente soviética Alexandra Kollontai decretaba el fin de la familia, institución que oprimía a las mujeres y les impedía su desarrollo en libertad. Se conquistó el derecho al divorcio, al aborto, y se despenalizó la homosexualidad.

Alla Nazimova vio su carrera temporalmente frenada al hablar abiertamente de estos temas que resultaban chirriantes y espinosos para los magnates de los medios de comunicación de EEUU, incluido el teatro. Su nombre iba peligrosamente de boca en boca, asociado al bolchevismo y a las relaciones "contra-natura".

Su gran amiga Elizabeth "Bessie" Marbury, lesbiana de aspecto masculino a lo Calamity Jane, además de ser una excelente "manager" de gente tan importante como Oscar Wilde, H.G. Wells o Somerset Maugham, logró reencauzar la carrera teatral de Alla, quien tuvo nuevas y rendidas admiradoras como Anne Morgan, hija del magnate de la banca J. P. Morgan, y Anne Vanderbilt, multimillonaria excéntrica y mecenas de chicas con talento.

Ella se creía inmune a todo y a todos. En una gala benéfica para damnificados de la guerra, en el Madison Square Garden de Nueva York, junto con otros actores, poetas y bailarines, ella se vistió de cosaco e interpretó "Rusia", con un sable en una mano y con la bandera rusa despojada de la corona imperial en otra, fusionando la danza clásica, con las étnicas cosacas y tártaras.



Alla Nazimova, Casa de Muñecas (1922)

Una escena del film Casa de muñecas (Charles Bryant, 1922)
Nazimova aparece con el actor Alan Hale



El cine la tentó y en 1916 Lewis J. Selznick le ofreció 30.000 dólares por treinta días de rodaje, adaptando Esposas de guerra al celuloide, y que a la postre le reportó la friolera de 300.000 dólares de beneficios al avispado productor..... Sin embargo por su temática antibelicista no pudo ser estrenada en Europa, que en esos momentos trágicos asociaban el pacifismo a la cobardía y a la homosexualidad. Por otra parte el público que iba al cine no podía disfrutar de la hermosa "voz de arpa" de Nazimova, y tenía que conformarse con una Nazimova muda y gesticulante en demasía.

Volvió al teatro con una obra de H. Austin Adams sobre incesto, suicidio e intolerancia, titulada Ception Shoals, que fue un gran éxito, con una joven actriz llamada Eva Le Gallienne, que sería su pareja sentimental durante mucho tiempo. También impuso al insulso galán Charles Bryant, homosexual discreto con el que Alla ya había planificado un "matrimonio blanco" en el caso de que las cosas se pusieran feas con los guardianes de la moral.

En el cine filmó varias películas en la Costa Este para la Metro, siempre con su galán Charles Bryant, e impuso como guionista a June Mathis, lesbiana como ella.



Alla Nazimova, El Jardín de Alla

El Jardín de Alla



En 1918 la Metro se trasladó al Oeste en lo que significó de hecho el nacimiento de Hollywood, convertida en la meca del cine a partir de entonces. Nazimova se fue allí y compró una gran mansión de origen español que ella misma mandó decorar, reconvirtiendo la gran piscina en una réplica del Mar Negro. En total eran 14.000 metros cuadrados, en un camino de tierra que años después sería el celebérrimo Sunset Boulevard y que ella bautizó con el suntuoso nombre de "El jardín de Alla". Allí se bebía vodka (ilegal a partir de 1919 por la "Ley Seca") y la eslava invitaba a unos cigarrillos árabes que todo el mundo sospechaba que estaban mezclados con hojas de cocaína.

Conoció a Theodore Kossloff, que antes trabajó en la Escuela Imperial de Ballet de Moscú y en los Ballets Russes de Diaghilev, y pasó a formar parte, como una alumna más, de esa nueva escuela de danza de Los Angeles. Nazimova aprendió rápido, llegando a dominar las técnicas de montaje y luminotecnia, con decadentes y vanguardistas filtros para la época y la aplicación de todas las disciplinas, danza, pantomima y el método actoral de Stanislavsky para la obra maestra que se avecinaba.....





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