
Wilma Glodean Rudolph nació en
Clarksville, Tennesee, el 23 de junio de 1940, en el seno
de una prolífica familia: era la vigésima de veintidos
hermanos. Sus padres, Ed y Blanche Rudolph, eran gente
honesta y trabajadora, pero eran muy pobres.
Wilma fue
un bebe prematuro y al nacer pesaba menos de dos kilos.
Además la segregación racial impidió que Wilma y su
madre fueran atendidas en el hospital local, ya que solo
estaba para los blancos.
Finalmente
logró sobrevivir, pero su infancia estuvo plagada de
enfermedades: sarampión, paperas, escarlatina, neumonía
doble, y finalmente, antes de cumplir los cinco años, la
poliomelitis dejó su pierna izquierda paralizada. El
médico le dijo a sus padres que no volvería a caminar,
ya que no existía una curación para esta enfermedad.
Sus padres
no se dieron por vencidos, y la llevaron al Meharry
Hospital, un hospital de la Universidad Fisk en
Nashville, a unos 70 kilómetros de donde ellos vivían.
La madre de Wilma la llevaba hasta allí dos veces por
semana para hacer rehabilitación, y lo hizo durante dos
años, hasta que finalmente Wilma pudo caminar con ayuda
de una abrazadera de metal en su pierna. A partir de ahí
pudo seguir haciendo los ejercicios su propia casa.
Todos sus
hermanos y hermanas la ayudaron mucho en esta epoca
dificil para ella, y le dieron animos para ser fuerte y
trabajar para recuperarse del todo. Finalmente a los 12
años pudo caminar con total normalidad, sin usar
muletas, ni aparatos ortopédicos ni nada.
A causa de
no poder caminar Wilma Rudolph no acudió a la escuela
como los demás niños hasta los siete años. Hasta
entonces le llevaban las tareas a casa para que pudiera
seguir el ritmo. Cuando por fin acudió a las clases,
tuvo que sufrir las burlas de sus compañeros por llevar
un aparato ortopédico.
Precisamente
en 1947 las escuelas de los estados sureños fueron
segregadas, y los estudiantes negros y blancos debían
asistir a escuelas separadas. Aunque los negros pagaban
los mismos impuestos que los blancos, sus escuelas
estaban mucho peor financiadas y eran muchisimo peores,
teniendo menos libros, profesores, aulas y materiales.
Cuando iba
al instituto, el Burt High School, Wilma siguió el
ejemplo de su hermana mayor Yolanda y empezó a jugar al
baloncesto, deporte en el que destacó, llegando a ganar
el campeonato escolar del estado de Tennessee. Tambien
empezó a participar en carreras de pista, donde ganaba casi siempre.
Cuando
tenía 15 años conoció a Ed Temple, que por esa epoca
era entrenador del equipo de atletismo de la Universidad
Estatal de Tennessee, y que fue el descubridor del enorme
potencial de Wilma Rudolph para las pruebas de velocidad.
A partir de ese momento empezó a entrenar con él, pese
a que Wilma aun iba al instituto.
Su
progresión fue tan espectacular, que con solo 16 años
logró clasificarse en los trials de Seattle para
competir en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956,
donde participó en los 200 metros y en los relevos 4 x
100 metros. Fue el miembro más joven del equipo
norteamericano de atletismo en esos Juegos. En los 200
metros no logró clasificarse para la final, pero en la
prueba de relevos logró su primera medalla olímpica, al
acabar en tercera posición, detras de Australia y Gran
Bretaña. El equipo de Estados Unidos lo formaban por
este orden Mae Faggs, Margaret Matthews, Wilma Rudolph e
Isabelle Daniels.

Tras
acabar el instituto, en 1957 recibió una beca para ir a
la Universitad Estatal de Tennessee, donde tenía a Ed
Temple de entrenador. Wilma se convirtiría en la mejor
velocista del mundo en esos años, aunque en 1958 tuvo
tiempo para ser madre de una niña, Yolanda.
En los
Juegos Panamericanos de 1959 celebrados en Chicago, fue
segunda en los 100 metros y oro en los relevos 4 x 100.
Ese año tambien consiguió ganar su primer título de
campeona de Estados Unidos en 100 metros, que ganaría
tres veces más (1960, 61 y 62). En 1960 ganó su único
titulo nacional de 200 metros.
La
competición de su vida fueron los Juegos Olímpicos de
Roma 1960, donde logró subir a lo más alto del podio en
tres ocasiones. En los 100 metros lisos se impuso por
tres décimas a la británica Dorothy Hyman. En la final
de 200 metros batió por cuatro décimas a la alemana
Jutta Heine. El tercer oro le llegó a través del relevo
4 x 100 metros, junto a sus compañeras Martha Hudson,
Lucinda Williams y Barbara Jones, que establecieron un
nuevo record mundial con 44.4

Roma 1960 - Final de los 100 metros. Oro para Wilma Rudolph (calle 3), plata para la
británica Dorothy Hyman (calle 2) y bronce para la italiana Giuseppina Leone (calle 6)

Roma 1960 - Final de los 100 metros desde otra toma

Roma 1960 - Podium de los 100 metros
(I-D) Dorothy Hyman, Wilma Rudolph y Giuseppina Leone

Roma 1960 - Final de los 200 metros. Oro para Wilma Rudolph (calle 1), plata para la alemana
occidental Jutta Heine (calle 5) y bronce para la británica Dorothy Hyman (calle 4)

Roma 1960 - Jutta Heine felicita a Wilma Rudolph tras su victoria

Roma 1960 - Podium de los 200 metros
(I-D) Dorothy Hyman, Wilma Rudolph y Jutta Heine

Roma 1960, Final de Relevos 4x100 metros. Wilma Rudolph

Roma 1960, relevos 4x100 metros. Equipo de Estados Unidos ganador
(I-D) Wilma Rudolph, Lucinda Williams, Barbara Jones y Martha Hudson


Wilma Rudolph con las tres
medallas de oro ganadas en Roma: 100, 200 y relevos 4x100 metros
Era la primera mujer norteamericana en ganar tres medallas de oro en una misma olimpiada. Tras su victoria fue recibida en el Vaticano junto al resto del equipo de EEUU por el Papa Juan XXIII
Tras regresar de los Juegos convertida en una heroína
nacional se celebró un desfile de bienvenida en su
ciudad natal, Clarksville, en el que participaron negros
y blancos sin ninguna segregación, en contra de lo que
era habitual. El desfile de homenaje a Wilma Rudolph se
recuerda como el primer acontecimiento multirracial que
se llevó a cabo en esta ciudad.
Ella se comprometió además a participar en todas las protestas que se hicieran hasta acabar con las injustas leyes de segregación racial que imperaban en el Sur.
Tras los Juegos de Roma siguió compitiendo a gran nivel. En 1961 participó en una gira por diversos países de Europa, donde tenía muchísimos fans. Los franceses la llamaron 'La Perle Noire', y los italianos 'La Gazella Nera'.

Wilma Rudolph durante una competición en
el Madison
Square Garden de Nueva York (17 Feb. 1961)

Recibida en la Casa Blanca. Wilma
Rudolph, acompañada por su madre, habla con el
presidente John F. Kennedy y el vicepresidente Lyndon Johnson (14 de abril de 1961)

En una
cafetería de la TSU está Wilma Rudolph junto al
boxeador
Cassius Clay y al saltador de longitud Ralph Boston (1961)
Precisamente en esta gira consiguió igualar en Moscú el récord mundial de 100 metros con 11.3 y cuatro días más tarde logró batirlo en Stuttgart, donde hizo 11.2,
convirtiendose en la mujer más rapida del mundo sin
discusión. Ese año 1961 recibió el Sullivan Award, el
premio más importante que se concede en Estados Unidos
al mejor atleta del año.
En 1962 y pese a tener solo 22 años, decidió retirarse del
atletismo. Su despedida fue en un encuentro atlético
entre Estados Unidos y la Unión Soviética que tuvo
lugar en las instalaciones de la Universidad de Stanford.
Allí Wilma ganó en los 100 metros y en los relevos 4 x 100 m.
Posteriormente se dedicó a luchar por la igualdad de la comunidad afroamericana estadounidense y por la integración de la mujer dentro del mundo del deporte, así como ayudar a los jovenes de las barriadas pobres.
En 1963 fue elegida como como embajadora de buena voluntad en los Juegos de la Amistad celebrados en Dakar, Senegal.
También en 1963 se casó con Robert Eldridge, su novio desde el instituto, y con él ya había tenido una hija llamada Yolanda en 1958. Tuvieron otros tres hijos: Djuanna (1964), Robert Jr. (1965), y Xurry (1971). Más tarde se divorciaron.

Wilma Rudolph con sus tres hijos Yolanda, Djuana y
Robert en el aeuropuerto de Nashville (1969)
Tras su retirada de las pistas regresó a vivir a Clarksville, y tras acabar sus estudios universitarios dio clases en la escuela donde había estudiado de niña, y además fue
entrenadora de atletismo en el instituto. Sin embargo la
vida en una ciudad pequeña y tan conservadora le resultaba aburrida.
Posteriormente vivió en diversos lugares como Indiana, Maine o Detroit, donde trabajaba de entrenadora. Tambien la llamaban de muchas escuelas y universidades para que fuera a dar
charlas y conferencias, e hizo de comentarista deportiva para la televisión.
En 1967 el vicepresidente Hubert Humphrey la invitó a participar en un programa llamado "Operation Champion", dedicado a promover la practica del deporte entre los jóvenes de los ghettos de las grandes ciudades.

Imagen
de 1978 durante una cena homenaje en la TSU. Sentados
están el entrenador Ed
Temple y Wilma Rudolph. De
pie están Wyomia Tys y Edith McGuirre, junto al
rector de la
TSU Frederick Humphries
También puso en marcha la Fundación Wilma Rudolph, dedicada a ayudar a los jovenes a traves del deporte, dandoles entrenamiento gratuito y organizando competiciones.
En 1977 publicó su autobiografía, titulada "Wilma Rudolph on track", que tuvo bastante éxito. Basándose en ella, la cadena NBC hizo una película para la
televisión titulada "Wilma", y donde el papel
protagonista lo interpretaba la actriz Shirley Jo Finney.
Como curiosidad decir que un joven de 18 años llamado
Denzel Washington debutó como actor en esta película,
haciendo del marido de Wilma, Robert Eldridge.

Florence Griffith-Joyner y Wilma Rudolph
Wilma pasó sus ultimos años dedicada a trabajar en su
Fundación de ayuda a los chicos con problemas, y
recibió todo tipo de premios y homenajes.
La vida de Wilma Rudolph se truncó prematuramente el 12 de
noviembre de 1994, con solo 54 años, a causa de un tumor
cerebral. Murió en su hogar de Nashville, tras haber
pasado los ultimos meses en varios hospitales desde que
le fue diagnosticada la enfermedad.


17 de
febrero de 1994. Wilma Rudolph fue despedida en
Clarksville con todos
los honores de una heroína
nacional y un ejemplo para la juventud. Abajo su
hija
Yolanda con una foto de su madre
Leroy Walker, presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos declaró entonces:
"All of us recognize that this is obviously a tremendous
loss. Wilma was still very much involved with a
number of Olympic programs. It's a tragic loss. She
was struck with an illness that, unfortunately, we
can't do very much about"
En 1997 el gobernador Don Sundquist decretó que el 23 de junio sería a partir de entonces el Día de Wilma Rudoph en Tennessee.
Creo que la vida de Wilma Rudolph es un ejemplo de lucha y
superación, de como las mayores dificultades pueden ser
superadas con voluntad, coraje y deteminación, y
también de generosidad, pues se retiró prematuramente
del atletismo donde era una gran estrella para dedicarse
a ayudar a los demás, alejada de de toda pretensión de
creerse superior a los demás. Es por ello también un
ejemplo de honestidad y discrección.