La sexualidad más o menos
dudosa de algunas mujeres que han destacado en el deporte
ha sido siempre un asunto controvertido, especialmente a
raíz de la participación habitual de las mujeres en
competiciones de atletismo, lo cual no ocurrió hasta los
años veinte del pasado siglo.
Pronto aparecieron casos de mujeres que tras obtener grandes éxitos deportivos
vieron como se cuestionaba su verdadera identidad sexual.
Actualmente en las grandes competiciones como los Juegos
Olímpicos, se realizan pruebas de sexo a las
participantes para que no haya ninguna duda, pero esto no
siempre ha sido así. En el pasado hubo casos de mujeres
deportistas que tiempo después se descubrió que tenían
genitales masculinos. En otros casos las sospechas
iniciales resultaron ser infundadas. Un tercer grupo es
el de aquellas en las que la duda sobre su sexualidad aun persiste.
El caso más llamativo y con mayor significado de la historia del deporte fue el
de la polaca Stanislawa Walasiewicz, cuyo caso saltó a
las primeras páginas de la prensa mundial más de 40
años despues de haber logrado sus grandes éxitos deportivos.
El 4 de diciembre de 1980 una mujer norteamericana de origen polaco de 69 años
llamada Stella Walsh Olson, murió de un disparo durante
un asalto a mano armada en un supermercado de Cleveland,
Ohio.

Los periódicos informaban que Stella Walsh había sido una de las grandes atletas
en la década de 1930, y que había ganado una medalla
oro y otra de plata en los Juegos Olímpicos de Los
Angeles 1932 y Berlín 1936, además de batir numerosos
récords mundiales en varias pruebas. Esta muerte
probablemente hubiera tenido escasa reperscusión de no
ser porque la autopsia que le realizaron reveló que
tenia genitales masculinos.
Stanislawa Walasiewicz, pues ese era su nombre original, nació el 3 de abril de
1911 en la pequeña localidad polaca de Wierzchownia
(cerca de Rypin). Cuando solo contaba con tres meses de
vida, su familia decidió emigrar a Estados Unidos en
busca de un futuro mejor, dada la pobreza en la que vivían.
Finalmente se establecieron en Cleveland, Ohio, donde existía una
abundante comunidad de inmigrantes polacos, y su padre
Julian Walasiewicz encontró empleo en una acería. Al
principio a Stanislawa la llamaban por el diminutivo
polaco Stasia, que posteriormente se
"americanizó" en Stella. Sin embargo, pese a
intentarlo en numerosas ocasiones, ni ella ni sus
familiares conseguían obtener la ciudadanía estadunidense.
Como era muy rápida y ágil, Stella muy pronto comenzó a destacar en el
atletismo, deporte que empezó a prácticar en la
escuela, tanto en pruebas de velocidad como de saltos y lanzamientos.
Luego entró a formar parte de la sección polaca de Sókol, una organización
patriótica y deportiva de caracter paneslavo que en
concreto tenía gran actividad entre la comunidad polaca
de Cleveland. Esto le puso en contacto con su país de
origen, y le permitió acudir a competir en varias
ocasiones a Europa, como en los famosos Slets, unos
festivales culturales y deportivos paneslavos que
organizaba Sókol y donde participaban miembros de esta
organización que llegaban desde todos los países.

Nueva York 1930 - Stanislawa Walasiewicz
En 1930, cuando contaba 19 años, se proclamó campeona de Estados Unidos en las
pruebas de 100 yardas, 220 yardas y salto de longitud. En
esta epoca en los Campeonatos de EEUU se permitía
participar a atletas de otras nacionalidades, de ahí que
Stella participara aun sin ser ciudadana estadounidense.
A lo largo de su carrera deportiva ganaría 41 títulos
de campeona de EEUU, 27 de ellos al aire libre, en
pruebas de velocidad, salto de longitud, lanzamiento de disco y pentatlón.
También en 1930 se convirtió en la primera mujer en la historia que
superaba la barrera de los seis metros en salto de
longitud con 6,02 hechos en Cleveland.

Los Angeles 1932 - Stanislawa Walasiewicz
Su gran momento llegaría en los Juegos Olímpicos de Los Angeles de 1932, adonde
acudió representando a su país de origen, Polonia,
debido a las dificultades para conseguir la ciudadanía
de Estados Unidos, donde residía.
Compite espléndidamente en la urbe californiana. Su estilo es descrito así por
un periodista canadiense: "con grandes zancadas,
como un hombre". En sus tres apariciones en los 100
metros (series, semifinales y final) igualó el récord
mundial que la noruega Tollien Schurman había
establecido apenas dos meses antes con 11.9 segundos, y
conquista la medalla de oro.
Ese mismo día, termina sexta entre las nueve competidoras en lanzamiento de disco.


Los Angeles 1932, final de los 100 metros
Stanislawa
Walasiewicz en primer término, gana el oro

Los Angeles 1932, medallistas de los 100 metros
(I-D) Stanislawa Walasiewicz, Hilda Strike y Wilhelmina Von Bremen

Tras los Juegos fue recibida en Polonia como una heroína nacional. Miles de
personas le dieron la bienvenida en el puerto de Gdynia,
donde llegaba el barco con los deportistas polacos. Días
más tarde fue condecorada con la Cruz de Oro al Mérito
Deportivo por su gran logro.
El 17 de agosto de 1933
batió en la ciudad polaca de Poznan el récord mundial
de los 100 metros lisos con 11.8, marca que igualaría
pocos días después en Varsovia. Al año siguiente
logró mejorar su récord hasta 11.6 en la misma ciudad,
aunque el récord no fue homologado.
El 4 de agosto de 1935
logró en Varsovia el récord mundial de los 200 metros
con 23.6, siendo la primera mujer en la histroia que
bajaba de 24 segundos. Esta fue la mejor marca de su vida
y el récord que se mantendría vigente durante 17 años,
hasta que fue batido por la australiana Marjorie Jackson en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952.

Berlín 1936 - Helen Stephens (izq.) y Stanislawa
Walasiewicz (der.) se
saludan tras la final de los 100 metros lisos
En los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, y de nuevo representando a Polonia,
Stella Walsh intentaría defender el título olímpico
logrado cuatro años antes en los 100 metros. Sin embargo
esta vez las cosas no serían igual que en Los Angeles,
ya que había aparecido una nueva estrella de la
velocidad femenina, la estadounidense Helen Stephens, que se llevó la medalla de oro, mientras que Stella Walsh tuvo que conformarse con la plata.
Irónicamente, en estos Juegos la ganadora Helen Stephens fue quien se tuvo que
enfrentar a las sospechas sobre su identidad sexual,
hasta el punto de que aceptó someterse a un "examen
ocular" para demostrar que realmente era una mujer.

Berlín 1936, final de los 100 metros.
Victoria de Helen Stephens y segunda posición para Stanislawa Walasiewicz


Berlín 1936 - Stanislawa Walasiewicz
Tras los juegos de Berlín, Walsh manifestó su deseo de retirarse del
atletismo. Sin embargo luego cambió de opinión y
siguió participando durante bastantes años en diversas
competiciones. En la primera edición de los Campeonatos
de Europa celebrada en París en 1938, ganó las pruebas
de 100 y 200 metros, mientras que fue segunda en salto de
longitud y relevos 4x100 metros, así como sexta en
lanzamiento de jabalina.
Siguió compitiendo hasta pasados los 40 años, casi siempre en EEUU. La guerra
mundial hizo que se suspendieran los Juegos Olímpicos de
1940 y 1944, donde hubiera podido ganar más medallas. Su
última victoria data de 1954, cuando ganó el título de
EEUU de pentatlón, ya con 44 años cumplidos.
En 1947 aceptó finalmente
la ciudadanía estadounidense. Luego se casó con el
boxeador Neil Olson. El matrimonio no duró mucho aunque
ella conservaría el apellido Olson. Stella vivió el
resto de su vida en Cleveland.
Tras su retirada continuó vinculada al deporte a través de varias asociaciones
deportivas, donde organizaba competiciones y ayudaba a
promocionar el deporte entre los jovenes, principalmente
entre la comunidad polaca. Fue una persona muy querida y
respetada. En 1975 fue incluida en el Salón de la Fama del atletismo estadounidense.

Stella Walsh fue la primera mujer en bajar simultaneamente de 12 segundos en
los 100 metros y de 24 segundos en 200 metros. A lo largo
de su vida batió o igualó hasta 17 récords mundiales.
Aparentemente el de Stella
Walsh fue un caso de hermafroditismo masculino.
Genéticamente tenía los cromosomas 'XY', un caso de
feminización testicular, puesto que por fuera era
completamente femenina.
Sin embargo el caso dista mucho de estar completamente aclarado, ya que algunas
fuentes dicen que además de los genitales masculinos
también tenía atributos femeninos. Además los
documentos de sus primeros años, incluida su partida de
nacimiento, dicen claramente que era una mujer y nunca se plantearon dudas.
La polémica sobre si sus
récords deben tener o no validez tampoco ha sido
resuelta, aunque ni el Comité Olímpico Internacional ni
la IAAF se han planteado tomar medidas en este sentido.
Probablemente porque después de tantos años no parece
que tenga mucho sentido reescribir la historia.
Lo que queda de Stella Waslh es sobre todo la historia humana de una mujer
valiente y pionera que desafió las convenciones de su
epoca, tomo decisiones difíciles y superó todos los
obstáculos que se interpusieron en su camino.
Probablemente ella sufrió más que nadie las dudas sobre
su sexualidad, y es un verdadero ejemplo de lucha y
superación en un epoca muy difícil.