
Grete
Waitz, cuyo apellido de soltera era Andersen,
nació el 1 de octubre de 1953 en un suburbio de
Oslo, la capital de Noruega, y es una de las
mejores corredoras de larga distancia de todos
los tiempos. Entre sus inumerables triunfos
destacan nueve ediciones de la Maratón de Nueva
York entre 1978 y 1988, el título de campeona
mundial de maratón en 1983 y la medalla de plata
en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984. A
esto se añaden siete récords mundiales, cuatro
de ellos en la maratón.

Inicios
en el atletismo
Grete Andersen comenzó a
practicar atletismo desde muy jovencita, y pronto
destacó entre las chicas de su edad. Sin embargo
en esa época las mujeres no lo tenían fácil
para dedicarse al deporte de alta competición. A
los 16 años ya era campeona nacional juvenil en
400 y 800 metros. Un año después logra el
récord europeo juvenil en los 1.500 m. con 4:17
Con solo 18 años
participó en los Juegos Olímpicos de Munich
1972 en la prueba de 1.500 metros, aunque su
actuación pasó casi desapercibida, siendo
eliminada en la primera ronda tras quedar 7ª en
su serie.
Su irrupción en la élite
internacional se produjo dos años después, en
los Campeonatos de Europa al aire libre de Roma
1974, al ganar la medalla de bronce en los 1.500
m, tras la alemana oriental Gunhild Hoffmeister y
la búlgara Lyliana Tomova. Interesa anotar que
la 4ª posición correspondió a la soviética Tatyana
Kazankina, futura campeona olímpica
y plusmarquista mundial, y también a modo de
curisosidad, que la gran atleta española Carmen
Valero fue 7ª en esta carrera.
El 24 de junio de 1975
logró batir en Oslo el récord mundial de los
3.000 m con 8:46.6 rebajando en más de seis
segundos el anterior récord en poder de la
soviética Lyudmila
Bragina. Al año siguiente mejoró
de nuevo su propio récord, en la misma ciudad,
dejándolo en 8:45.4
Es interesante anotar que
por esta época Waitz aun compaginaba el
atletismo con su trabajo de profesora en un
colegio de Oslo. En 1975 se casó con Jack Waitz,
de quien tomó el apellido.
En 1976 participó en
Montreal en sus segundos Juegos Olímpicos,
siendo eliminada en las semifinales de los 1.500
m. Por esa época los 3.000 m. femeninos, donde
hubiera tenido verdaderas opciones al triunfo,
aun no fomaban parte del programa de los Juegos.

Grete Waitz
en la Copa del Mundo de Düssedorf 1977
Uno de sus mayores triunfos
en pista llegó en la 1ª edición de la Copa del
Mundo, celebrada en Dusseldorf en 1977. Allí se
enfrentó en los 3.000 m. precisamente con
Lyudmila Bragina, que había vuelto a récupera
en récord mundial. Ambas estaban consideradas
las dos mejores especialistas del mundo en esta
distancia. Finalmente Grete Waitz consiguió
imponerse a Bragina en este duelo con unagran
marca de 8:43.5
En los Campeonatos de
Europa de Praga 1978 fue 3ª en los 3.000 m. y
5ª en los 1.500 m. En las ambas pruebas
únicamente fue batida por atletas de los países
del Este. Waitz era la única europea occidental
capaz de inquietar a las rusas y rumanas que
dominaban a placer las pruebas de medifondo y
fondo en los años 70.
La Maratón
Pese a sus éxitos en la
pista, Waitz sabía que para explotar todo su
potencial necesitaba distancias más largas, y
los 3.000 m. que eran la máxima distancia en
pista para mujeres no le bastaban. De este modo
comenzó a planear lo que sería un giro radical
a su carrera y a la postre su mayor acierto: la
prueba de maratón, que por esta época empezaba
a hacerse popular entre las mujeres. Waitz estaba
llamada a convertirse no solo en la mejor
maratoniana del mundo, sino también en la mujer
que daría el impulso definitivo a una prueba que
hasta entonces se consideraba excesivamente dura
para las mujeres y que solo unas pocas
aventureras se atrevían a afrontar. Con Grete
Waitz podemos decir que la maratón femenina
alcanzaría su mayoría de edad.
En 1978 Fred Lebow,
responsable de la pretigiosa Maratón de Nueva
York, contacta con Grete para invitarla a
participar en su prueba junto a otros corredores
de talla mundial. Grete nunca había participado
en una maratón, pero acepta la oferta.
Por fin, el 22 de octubre
de 1978 llegó la esperada carrera. Era un día
frío, y tras una primera mitad de carrera
relativamente lenta (1:19 la media maratón),
Grete Waitz toma la delantera en el km. 29 para
acabar ganando la prueba y estableciendo además
un nuevo récord mundial con 2h 32:29, más de
dos minutos por debajo del anterior en poder de
la alemana Christa Vahlensieck.
Tras este triunfo, Waitz
abandonó definitivamente su trabajo como maestra
para dedicarse integramente al altletismo.
Abandonó también las competiciones en pista
(salvo alguna prueba esporádica) para dedicarse
integramente a la maratón. Durante el invierno
participaba también en competiciones de
cross-country, lo que le servía para coger fondo
y ponerse a punto.
En los años siguientes se
convertió en una leyenda vida en Nueva York.
Aunque ganó numerosas pruebas en otras ciudades,
su nombre ira siempre unido a la Gran Manzana,
donde logró el triunfo en nueve ediciones casi
consecutivas (1978, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 86 y
88). Además en tres de ellas lo hizo batiendo el
récord del mundo (1978, 79 y 80). En la edición
de 1979 marcó un hito histórico al ser la
primera mujer en romper la barrera de las dos
horas y media (2h 27:32). Al año siguiente le
daba un nuevo "mordisco" a su récord
con 2h 25:41

Grete Waitz
ganando la Maratón de Londres de 1983
con un nuevo récord mundial
Aparte de Nueva York, otra
maratón donde consiguió cosas importantes fue
en la de Londres, donde ganó en 1983 y 1986.
Precisamente en la Maratón de Londres de 1983,
Waitz batió su cuarto y último récord mundial
en esta prueba, dejándolo en 2h 25:29 En cinco
años había rebajado en nada menos que siete
minutos su propio récord.
Irónicamente, la alegría
le duró menos de 24 horas, pues al día
siguiente, el 18 de abril de 1983, la
norteamericana Joan Benoit establecía en Boston
una nueva plusmarca con 2h 22:43, casi tres
minutos menos que el récord de Waitz.

Campeona
mundial de maratón en Helsinki 1983
Precisamente 1983 sería un
año inolvidable para ella. Además de ganar en
Londres, a finales de agosto se celebró en
Helsinki la 1ª edición de los Campeonatos del
Mundo de Atletismo, y la prueba de maratón
formaba parte del programa. Grete Waitz era la
gran favorita de la prueba y se proclamó
campeona del mundo con 2h 28:09, a gran distancia
de sus perseguidoras, la norteamericana Marianne
Dickerson (2h 31:09) y la soviética Raisa
Smekhnova (2h 31:13)
Para completar un año
mágico, dos meses más tarde lograba otro de sus
triunfos en la maratón de Nueva York.

Campeona
Mundial de cross-country en Gateshead 1983
Cross-country
Por si sus triunfos en la
pista y en el asfalto no fueran suficientes,
Grete Waitz está considerada además como la
mejor corredora de cross-country de la historia.
No faltan los motivos, ya que ninguna otra atleta
ha ganado cinco títulos de campeona mundial. La
estadounidense Doris Brown ganó cinco veces el
llamado Cross Internacional de las Naciones entre
1967 y 1971, pero aun no se denominaba
oficialmente campeonato del mundo. Grete lo
consiguió por primera vez en Glasgow en 1978, y
repitió en Limerick 1979, París 1980, Madrid
1981 y Gateshead 1983.

Los Angeles
1984, Grete Waitz junto a la ganadora Joan Benoit
Los Angeles 1984
Quizá la mayor decepción
de su carrera deportiva la sufrió en los Juegos
Olímpicos de Los Angeles 1984. Era la primera
vez que se celebraba la maratón olímpica
femenina, y Grete Waitz era una de las grandes
favoritas, junto a la norteamericana y
plusmarquista mundial Joan Benoit, la portuguesa
y campeona de Europa Rosa Mota, y la noruega Ingrid
Kristiansen.
El 5 de agosto de 1984,
bien temprano por la mañana para evitar en lo
posible el calor, 50 corredoras de 28 países
tomaron la salida en la pista del Santa Monica College. Al poco de comenzar la prueba Joan
Benoit se escapó del grupo, un hecho que sería
decisivo al final. La mayoría pensaba que había
atacado muy pronto y que pagaría su esfuerzo
más adelante. Sin embargo Benoit continuó a
buen ritmo y a los 25 kilómetros llevaba una
abultada ventaja de 1:50 sobre el resto de
favoritas.
Grete Waitz se dio cuenta
de que Benoit se dirigía directa al triunfo
final, y trató de evitarlo saliendo a
"cazar" a la americana. Sin embargo la
reacción resultó tardía. Aunque recortó
bastante la diferencia, Joan
Benoit se planto en el Estadio con una comoda ventaja y
obtuvo la medalla de oro en 2h25:52 Greta Waitz
tuvo que conformase con la medalla de plata (2h26:18), mientras que la portuguesa Rosa
Mota se llevó el bronce (2h26:57)
La carrera no defraudó a
nadie. Grete Waitz cometió un error dejando
escapar a Benoit, y esta lo aprovechó
magníficamente, logrando un merecido triunfo.
Por lo demás Waitz y Benoit no solo eran
rivales, sino también grandes amigas, una
amistad que han mantenido con el paso de los
años.

Grete Waitz
e Ingrid Kristiansen, las dos atletas más
importantes de Noruega

Grete Waitz
ganando la Maratón de Estocolmo de 1988
Retirada
Tras varios problemas
físicos, Grete se retiró definitivamente de la
competición en 1991. Como es habitual en otros
atletas, Waitz continuó vinculada al atletismo,
ayudando a su promoción y organizando eventos
atleticos. Tambien realiza una gran labor
humanitaria, vinculada sobre todo a Care
International y a los Special Olympics (donde
compiten personas con alguna discapacidad
intelectual).
Grete Waitz es una
verdadera leyenda en Noruega. En el exterior del
Estadio Bislett de Oslo hay una estatua en su
honor, y su rostro aparece incluso en algunos
sellos. Además cada año se celebra una carrera que lleva su nombre.
También en Nueva York,
donde consiguió sus mayores éxitos, se celebra
cada año la Grete's Great Gallop, una media
maratón en su honor.
En junio de 2005 hizo
público que padecía cáncer, y que se estaba
sometiendo a tratamiento desde hacía algunos
meses. En octubre de ese año acudió a Nueva
York para recibir un premio de la Cámara de
Comercio de esta ciudad, que reconocía la
conducta personal de Waitz como un ejemplo
"del más alto servicio a la comunidad"
Los fondos recaudados en la cena de gala con
motivo del premio fueron destinados a obras
sociales.

Significado
Grete Waitz es seguramente
la maratoniana más importante de la historia.
Antes de llegar ella las pocas mujeres que
corrían maratones lo hacían de forma casi
testimonial, sin que los medios de comunicación
ni los organizadores les prestaran casi ninguna
atención. Las proezas de Grete Waitz, cuyas
marcas no estaban muy lejos de las de los
hombres, hicieron que las grandes organizaciones
deportivas, la prensa e incluso la medicina
deportiva empezaran a dar su apoyo a las mujeres
maratonianas. La normalización definitiva llegó
cuando en 1984 la maratón femenina fue incluida
definitivamente en el programa de los Juegos
Olímpicos.